- La persona se siente triste, malhumorado, inseguro, dubitativo, etcétera.
- Esta impaciente, necesidad de urgencia en la adquisición de información referente a su enfermedad.
- Percibe su entorno cercano (familia, trabajo, médicos, etc.) como opuestos a sus intereses, lo que supone una amenaza para su autoestima y percepción de control de la situación. La persona se muestra irritable y se involucra en situaciones de estrés y riesgo personal (realizando esfuerzos poco recomendables o descuidando su salud).
- Tiende a sentimiento de culpa e indefensión: "no debería hacer bebido tanto", "yo sabía que me iba a pasar por el tabaco", "tendría que haber acudido mucho antes al médico"
Cambio en las funciones corporales
- Duerme menos y más irregularmente que antes.
- Come mucho más o mucho menos que antes.
- Se queja más frecuentemente que antes de dolores concretos o de problemas corporales.
- Se siente más cansado que antes.
Cambio en las funciones cognitivas
- Problemas de concentración en tareas rutinarias como la lectura.
- Se olvida de las cosas más que antes.