Psicocardiología

PSICOCARDIOLOGÍA

La PSICOCARDIOLOGÍA, estudia y trata los factores psicológicos que promueven la aparición y el desarrollo de la enfermedad cardiovas...

ENTORNO FAMILIAR



La familia debe ser tenida en cuenta al diseñar la terapia: "La persona que requiere nuestra atención, no está solo. Es importante que su entorno conozca bien qué ha sucedido y participe en la recuperación"


Un buen apoyo social actúa como elemento protector. Se ha comprobado que "las personas que nos visitan con escaso o nulo soporte de su entorno multiplican su riesgo"; por eso la familia debe recibir información: "Los familiares cercanos del infartado, ó persona que ha padecido una Muerte Súbita, también sufren una situación crítica. El paciente puede estar muy bien informado, pero si la familia está ausente o sobreprotege puede ser fuente de interferencias en la terapia".

Un ejemplo pernicioso de cómo los parientes pueden intervenir en la recuperación es la actitud de la familia sobreprotectora: "Es una forma de relación patógena tanto para el paciente como para el familiar".

DEPRESIÓN


En los pacientes que han superado un infarto , Muerte Súbita, es muy importante atender a su estado psicológico, ya que influye de forma determinante en su evolución.

El infarto, la parada cardíaca sobrevenida es una enfermedad grave que requiere un proceso de adaptación importante. Se estima que uno de cada cinco pacientes va a padecer un trastorno depresivo y cerca del 50 por ciento mostrará síntomas cercanos a la depresión.

Las personas a las que tras evento agudo de las coronarias, se les diagnostica depresión tienen un peor pronóstico, que se asocia con nuevos episodios y más mortalidad. Los mecanismos que son el origen de este hecho son variados: falta de adherencia al tratamiento, problemas para cambiar el estilo de vida e, incluso, mecanismos biológicos que afectan a la recuperación. 

"La presencia de sintomatología depresiva ya afecta al pronóstico. Con estados subclínicos también existe un incremento de riesgo".

La primera intervención con un postinfartado depresivo debe ser ayudarle a adaptarse a la enfermedad, una labor que empieza por el cambio de hábitos de vida: "Existen técnicas de modificación de conductas que ayudan a disminuir factores de riesgo y que facilitan que el enfermo cambie de dieta, haga ejercicio o deje de fumar. Otro componente es la adaptación psicológica a la nueva situación, en la que se pueden realizar sesiones grupales para disminuir las reacciones emocionales adversas y en donde el enfermo comparte su experiencia con otras personas que han pasado por lo mismo".


Hay pacientes a los que tras el infarto les abordan gran cantidad de preocupaciones irracionales, como "no voy a poder trabajar de nuevo", "nunca más haré deporte", "si me muero, ¿qué pasará con mis hijos?". Estos pensamientos "son temores irracionales.

Ofrecer información clara mejora la adaptación y reduce la incertidumbre". 

La participación en programas de rehabilitación no sólo mejora la faceta física, sino también la psíquica: "No sólo es útil la información que reciben; también la oportunidad que tiene el paciente de comprobar su estado físico en un entorno controlado y ganar confianza. En definitiva, recuperar el control de su salud". 

El paciente que conoce la enfermedad que padece y sabe los aspectos de su conducta que debe cambiar,recupera más fácilmente la seguridad de que puede controlar su estado de salud, un hecho que es muy importante para mejorar la adaptación psicológica.

PORTADOR DE DESFIBRILADOR AUTOIMPLANTABLE (DAI)



Imagen extraida del Grupo de Facebook , abierto y público
. Portadores de DAI. Grupo sin relación con www.Psicocardio.com 
Un DAI - Desfibrilador autoimplantable - es un dispositivo cardíaco que se implanta bajo la piel, normalmente por debajo de la clavícula, habitualmente en el lado izquierdo, también puede verse en el lado derecho del tórax. Todos los tratamientos y resultados son específicos en cada paciente y formarán parte de la consulta del cardiólogo. Lo relativo al dispositivo , podríamos obtener una lista completa de beneficios, indicaciones, precauciones, resultados clínicos y demás información médica importante relacionada con el desfibrilador implantable. desde nuestro centro de Psicocardiología, ofrecemos un apoyo y contacto con otros portadores de este dispositivo para complementar los resultados de la terapia, si es necesaria o no, en nuestros centro con el paciente que nos visita.

Es posible cierto rechazo, miedo  o ansiedad por lo desconocido de la situación. Es necesario una vez se hacen pruebas sobre un posible diagnostico positivo para ser portador entender la situación y ver de forma objetiva la nueva situación que nos ofrecerá nuevas posibilidades y continuar con nuestros anhelos y vivencias.  

VIDA SEXUAL

Quien ha sufrido un infarto y vuelve a casa con una aceptable calidad de vida puede reiniciar su actividad sexual habitual, aseguran los cardiólogos. Pero quienes han sufrido el episodio no se suelen atrever, explican. "Hay que explicarles que no les va a pasar nada malo. Que el acto sexual equivale a un esfuerzo, pero que si han superado las pruebas de esfuerzo que se les hace en el hospital, el sexo no es un peligro".

La actividad sexual también se ve afectada por el impacto psicológico. El peor pronóstico de rehabilitación se asocia en estos casos con la ansiedad, la depresión, la preocupación subjetiva por la salud y, en especial, por la presencia de síntomas somáticos autoinformados. Estos síntomas, o quejas somáticas, ocasionan un considerable malestar en las personas, limitando su actividad cotidiana. Los más frecuentes son la disnea, el dolor de tórax, y/o del brazo izquierdo, la fatiga y las palpitaciones. Estas quejas incluso aumentan cuando más nos alejamos en el tiempo de la ocurrencia del episodio cardíaco. En general son consideradas poco significativas por los médicos, razón por la que se concluye que son resultado del impacto emocional del infarto.

PREVENCIÓN SECUNDARIA

Los objetivos generales del programa de detección y prevención del riesgo cardiovascular son disminuir la morbimortalidad cardiovascular, mediante el control de sus factores de riesgo a través de:

 Valorar el riesgo cardiovascular global.
• Cuantificar el riesgo de padecer a medio/largo plazo un episodio cardiovascular e informar al interesado del mismo.
• Desarrollar actividades de información y educación para la salud encaminadas a promover hábitos y conductas saludables en torno a la alimentación, ejercicio físico y hábitos tóxicos.
• Colaborar con el médico de atención primaria para el mejor control de la salud del paciente.

La población Diana se centra en personas mayores de 35 años que presenten algún factor de riesgo cardiovascular: hipertensión arterial, hiperlipidemia, tabaquismo, diabetes, obesidad o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular temprana (Instituto de Salud Pública de Madrid Salud, 2007).

APOYO PSICOLOGICO CENTROS DE REHABILITACIÓN CARDÍACA



Este apoyo psicológico suele consistir en el aprendizaje de técnicas de relajación junto con terapia cognitivo conductual para el manejo del estrés. En la mayoría de los programas (54%) las actividades educativas se realizan combinando sesiones individuales con sesiones de grupo. El 90% de las unidades proporcionan la información a la familia y al paciente conjuntamente.

 Es importante de cara a la intervención, instalar la sensación de autoeficacia, no sólo en los pacientes, sino también en quienes les rodean, y, más en concreto, en las esposas de los pacientes infartados (Garrido Martín, 1993). En un estudio realizado por Ewart, Taylor, Reese y DeBusk en 1983 demuestran que existe una congruencia entre la autoeficacia percibida por los propios maridos y la que le atribuyen sus mujeres, en un entrenamiento físico en la que participan como observadoras sus esposas. Así la conjunción de la autoeficacia cardiaca de los pacientes y la de sus esposas predijo la mayor tasa de pulsaciones cardíacas y de esfuerzo en la cinta de caminar. Concluyen que la autoeficacia de las esposas, junto con la de los maridos, es el mejor predictor de la conducta y el ejercicio físico de estos pacientes, una vez que han transcurrido varios meses.